La Ventana

Amar es más que un te quiero, Amar es ser sincero y hablar verdad, Amar va más allá de las sonrisas y la música, Amar es compartir mi pan con tu pan, Amar es admirar la belleza del ser amado, Amar es también decir que has errado, Amar es un abrazo sin palabras y fraternal, Amar es compartir la fe y un rezo, Amar es escuchar y no ser indiferente, Amar es pensar en lo tuyo y no en lo mío, Amar es anhelar tu compañía sin poseerte, Amar es dar mi vida por la tuya, Amar es estar en las noches cuando lloras, Amar es saciar la necesidad del hambriento, Amar es confrontarte y no decirte lo siento, Amar es querer que sea eterna tu vida, Amar va más lejos que un romántico pensamiento, Amar es saber entender tu mirada, Amar es sentir tu dolor y tu lamento, Amar es aconsejar aunque sea aborrecido, Amar es tan profundo que no lo entiendo, Amar son tantas cosas y tantos sentimientos, Amar es dejarlo todo y serte atento, Amar es bondadoso y tan hon

Es muy de noche... y hablo de Ti, Porque Tu gracia me halló  y me cautivó, Porque en la pequeñez de mi fe... Tu salvacion me encarceló  perpetuamente a la vida. Y estas cárceles  son tan petreas, tan seguras, Que jamas mis faltas podran violentar, Ni aun una mueca en sus barrotes dejar, Pues sus rejas de paz son cercos que escapan a la infinitud de mi pecaminosidad. Es tarde ya... y mi carne anhela el descanso, el dormir... Pero mi pluma me llama a gritos y corre, Y su tinta se vuelve Tu cruz y me recuerda tu amor, tu sangre... Porque escribiste con ella en mi... y pusiste un sello y pertenezco a Ti. Tal vez duerma esta noche... no lo se, Pero llegará  la mañana  y veré  Tu luz, Y podré  comprender más  Tu amor... Y podre oir las aves y la lluvia... Y podré  sentir que las flores huelen a Ti. Porque has llegado a mi vida en la hora de aflicción, y porque bella es Tu gracia y no menospreciaste a un pecador... es que espero la aurora y hablaré  de Ti, de Tu amor, d

Está bella la noche, como embriagada de uvas, Como llena de lunas que no quieren brillar, Como sonrojándose por ser la guía de mi ruta, Pero está hermoso el camino cuando la Luz es auténtica. Y en la alegría y la quietud de un gran abrazo, Y en la profundidad de una mirada y una palabra, Mi alma se estremece al saber que me amas, Y me hablas en el poema de la voz de un amigo. Pero en la quietud de tu voz y en o hondo de tus placeres, Miró una multitud atosigada por otras estrellas,   Luces de colores, robóticas, artificiales, Y sonidos estridentes que no me hablan de Ti. Y cuando miras los rostros, las muecas y las danzas, y me veo a mi mismo en quietud y escepticismo, Pienso en lo vano de los inventos humanos, Cuando sólo tu una flor te da más gloria que mi fragil pluma. Luces de colores, estrellas fugaces pero estrepitosas, Ruidos que ensordecen, vanos ruidos, vanas luces, Y pequeñas lunas, en la ruta, en el camino, Pequeñas miradas, g

Cuando la agonía oprime el pecho, Cuando la noche se vuelve clara, Y el amanecer es frenético, Cuando el techo es lo único que miran tus ojos, Confía sólo en Dios. Si la muerte pareciera vencerte, Si no pudieras ver el rostro de la paz, Y la esperanza sea una eternidad, Piensa que por las cortinas se cuela una luz, En ese momento sólo cree en él. Donde la indiferencia golpeé tu necesidad, Donde los títeres se burlen de ti, Y la ansiedad de florecer se acreciente, Pon tu Fe en lo invisible, en lo ilógico, En ese instante habla con él. Si tu pan y tus noches son lagrimas, Si tu pluma sólo es el rezo de un menesteroso, Conoce que a los pobres ama Jesús, Recuerda que el altivo es lejanía, Y confía, cree, ora y piensa en su Cruz.

La verdad tiene rostro de dolor, y el dolor es aborrecido por los hombres, pero la vida nace en el dolor, Y la llaga que se hunde en tu mano Me muestra que la vida se esconde en tu carne. La verdad tiene piernas cansadas, Y son hermosos los pies de los que la sostienen, Pero es un cansancio de lealtad, es la jornada dura del esclavo, Que mira y espera a su Señor con fidelidad. La verdad tiene solo una mirada, y tiene una sola voz, aborrecida por los hombres, La verdad no cambia, es inmutable, y por si alguien dijo que cambiara, La verdad y solo la verdad puede hablar de si misma. La verdad es dolor, es cansancio, es sudor, es agonía, Pero es la vida que sostiene mi ser, La verdad es bella, es profunda, es sublime, Como flores silvestres que no mueren, Como pájaros que cantan y hacen música. La verdad es triunfante, es eterna, es el camino, Es la sangre que clama desde la tierra, La verdad es como un grito, un grito de amor, que  

Dichoso y feliz el que no se sienta a cenar con la mentira, Aquel cuyos labios no saborean la dulzura del engaño, Porque aunque amargo sabe a veces el pan de la verdad, Es un pan que sostiene y alimenta para caminar largos caminos. Feliz el alma íntegra que en las pobrezas, No recibe en sus manos el soborno del soberbio, Pues aunque sea considerado como un tonto, Ante Dios es sabio el que teme al Rey. Bienaventurado es el que aborrece la avaricia,  Y se marcha bien lejos de los escarnecedores, Aun cuando en la incertidumbre de su humanidad, escuche solo una voz suave que le inspire esperanza. Eterna la vida del que sigue al Maestro, Sublimes sus pisadas cuando lo alaba, Porque aunque sea aborrecido por los hombres, Es amado por Dios, es conocido...  y es un hombre parecido a Cristo.

Soy de barro, así me hizo el creador, Pero vino el mal y me sedujo, y me volvió una piedra, Una roca de acero, indestructible. Pero la roca verdadera, la roca golpeada, débil y herida, La que desecharon los hombres, la que desprecié yo,   Venció a al férreo acero, y me hizo de carne. Y la carne se hizo barro, se torno en su semejanza, Y el barro se hizo espíritu y se unió a la roca herida, Y cuando vinieron las tormentas, y cuando llegaron los leones, La debilidad fue fortaleza y la fuerza se hizo un castillo, Y permanecí inmovible, y no se apagó mi lampara, Pero ya no era yo, no era mi carne, era la roca que me sustentaba. Fui barro, fui piedra, volví a ser barro y llegó el quebranto, Pero el quebranto me hizo fuerte, y permanecí constante, Pero no era mi quebranto, eran su manos, sus clavos, su dolor, Era todas mi maldad echada al olvido, en las profundidades del abismo, Era Su amor, era su pecho, era Dios, era Cristo, era Su Espíritu, Era la r

Es de noche y mi alma de escurre en una lagrima, Mi perro llora y no me entiende, pero me acompaña. Muchas luces ya se apagan y todos duermen.... No, algunos aun no, algunos velan y rezan en dolor. La sonrisa tierna del niño que vi pasar ya sueña con caballos, con juguetes de plastilina y madera, La mirada fria del hombre que trabaja duro, Se cierra y descansa, se prepara para otra jornada. Pero en la profunda noche una luz irrumpe, brilla... En las tristezas hay algo que aun me dice que me observa, que me ama, Y en las lejanias de mis alegrias, hay una fe que no deja de creer y un don que nadie me arrebatara jamas. Es de noche, pero no hay temor en las sombras, Porque hay un callado q me inspira aliento, Es de noche pero camino acompañado, y entero, Hay luna, hay un humilde perro y estas Tú.

Frío en las calles de mi ciudad, frío en la carne y en los huesos, frío en las villas, frío abajo de los puentes, frío en los seres vagabundos, frío los caminos, mucho frío... así como deshielo por las venas. Frío, mucho frío... frío el abrazo de quien no te ama, fría la mirada del que te desprecia,  frías las noches de largas amarguras, por alguna soledad encontrada hace muchos años... Fríos los amigos que ya no son amigos. Pero es más frío el espíritu sin Tí, es un frío seco que huele a humo y cenizas, un frío terrible que de tan solo pensarlo, estremece mi mente y angustia mi pecho, por aquellos que ignoran o son indiferentes a una eternidad silente separada de Dios.

Han pasado navidades y he esperado en Ti, Los caudales de los ríos  impetuosos no lograron ahogarme, Y llega un otoño, y pasaron veranos, Y aqui en la noche te sigo esperando. Como suspirando, como lleno de anhelos, de ansiedades, Mi integridad espera tu obra, tu milagro, Como sediento de aire en las soledades, Mi respiro clama por abrazar tu regalo. Es que mi fragil espiritu se alimenta de Ti, Y mi vos tímida te llama en los atardeceres, Esperando la hora de que cesen mis quebrantos, Y mi cantaro se quiebre y vuelva a ser. Fragilidad, ansiedades, soledades y atardeceres, Son las  letras q llenan mis poemas, Pero cuando lloro y el desconsuelo me acompaña, Apareces Tú y me llamas bienaventurado.

Cuando retiñen los metales en la noche, Cuando el ruido ensordece las mentes, Hay humanos, hay seres que no duermen, Hay goteras de dolores que golpean mi fragilidad. Es que cuando el mundo vive yo muero, Es que cuando el niño nace yo me vuelvo esperanza, Me vuelvo hueso que quiere oir tu voz, Y escuchar a los angeles santos nombrarte. Una noche mas sin la fortaleza de mi carne, Una larga espera en la urbe pero en soledades, Mirando al cielo, creyendo no encontrarte, Pero teniendote tan cerca que no puedo vislumbrarte. Y cuando la mañana  llegue y la aurora sea eterna, Tu abrazo me quiebrara el corazón  y la mirada, Y seré  nuevo, radiante, incorruptible, Tendré  la paz de tenerte por siempre frente a mi.

El hombre rie, vive, se emborracha de amores, Como sin conocer, sin entender las ausencias, Como si las soledades fueran utopias lejanas, En atardeceres galacticos encadenados en mares. Y cuando el bullicio se vuelve eco, ansiedades, Cuando me ensordecen las risas indiferentes, Mi ser se vuelve alas en clamores y ruegos, Esperando el ángel  que agite mis mares. Pero de pronto pienso en Ti, y recuerdo tus libros, Y repito tus letras, tus verdades, tus cartas, Y me vuelvo suspiro , me vuelvo lagrimas, Y te siento presente en mis ausencias.