Cuando perdí un amigo fue dura la llaga, ignorando que Tú te sentarías a mi mesa. Cuando empobrecí de bienes me llené de angustias, Pero no escatimaste en descubrirme tus bellezas. Mi salud se volvió frágil y se doblaron mis manos, Mi trabajar fue lento y naufragó en ahogos, La noche fue de una luna a una luciérnaga, Y desconocí tanto más, que no entendía. Mi compañía era la Luz de una tenue fe, Mi esperanza era abismal pero tan pequeña, Ignoraba que en un universo tan infinito, cabalgabas y al tiempo me protegías. Comprendi mi ignorancia y mi arrogancia, Cuando contemple tu gracia y tu soberanía, Cuando de recorrer reinos y pequeños pueblos, Te descubrí en una barca y en un trono. Sobre caballitos de mares rodeados de perlas, Cabalgo mi alma al ver tus grandezas, Y sobre luminarias en galaxias muy distantes, me imaginé contigo siendo yo un mendigo. Han salido las estrellas y vislumbro la luna, Y recorro las rutas bajo tu som
Tinta de corazón... letras esculpidas en el alma