Gracia, absoluta e infinita, Desprovista de mis más viles esfuerzos, Tan pura, profunda como un abismo, Que estremece y abruma mi entendimiento. Hoy atisbe un destello de su nobleza, Cubriendo mi débil carne corrupta, No se si era gracia o cadenas de acero, Pero no pude librarme de sus brazos. ¿He de comprender algo tan grandioso? ¿Podré entrar en razones frente a su trono? Si al caer ante mis debilidades, Ella me perfecciona y me abriga. Ya cayó la noche y la luces se encienden, Y mi pecho se angustia y se humecece, Pero viene tu ángel y me sustenta, Y me recuerda tu gracia y respiro. Mis ojos divisan los atardeceres, Observan amigos, sonrisas y seres, Te busco, te llamo y grito en silencio, El cielo me abraza y descanso. Gracia, si pudiera entenderte, Sin los fantasmas que intentan ayudarte, Soy tan ingenuo al pensarte insuficiente, Me rindo, no puedo, eres más fuerte.
Tinta de corazón... letras esculpidas en el alma