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Mostrando entradas de enero, 2019

Bicicleta

Gira la rueda, rueda mi mirada, Como estremeciendo mi carne, Van los amigos, rien y lloran, el cariño viaja en fortaleza de hierro. Gira la rueda, irrumpo en llanto, Saludo desde lejos un barrilete, De quebranto están hechas mis postales, De dolores y de ausencias pasadas. Gira la rueda, y vuelvo a mirar, Fue efímero el viaje y eterno el recuerdo, Giran mis motores, corren mis sandalias,   Pero no encuentro ya el sendero, se ha borrado. Gira la rueda, se quebranta mi vida, Me vuelvo distraído y melancólico, Pienso en los caminos y las alegrías, Saludo desde lejos y sigo viaje. Gira mi mirada, recorro postales, No hay personas solitarias en ellas, Me detengo en la vereda, miro al cielo, Rezo, lloro, miro lejanías y no entiendo. Gira mi rueda, es corto el camino, Hay sonrisas, charlas y caídas, El hierro no se rompe cuando cae, Pero el alma es frágil y largo el viaje.

Gracia

Conocí a un hombre lleno de harapos, Conocí a otro hombre vestido de esplendor, El desventurado era horrendo, y estaba desnudo… El harapiento estaba lleno de llagas. Indagué en sus rostros para ver mi imagen, Descubrí que eran máscaras como de lata, Me vi a mi mismo, me enloquecí de ansias, Porque no distinguí entre zafiros y tumores. Me estremecí de espanto y lloré en soledad, Supe que mi riqueza era el más vil de los vicios, Pero el dolor de mis llagas me trajo consuelo, Cuando miré una cruz y me quedé espantado. Vi a otro hombre, como lleno de angustias, Con el rostro demacrado de dolores, Con la lanza de un tirano cruzando sus llagas, No me reflejé en Él, tenía rostro De Dios. Cuando volví de mi estado calamitoso, Lleno de temores me arrojé al suelo, No comprendía a un Ser tan celeste, Lleno de vileza y en silencio. Miré sus ojos y vi mis cargas, Descubrí mis pobrezas y riquezas, Supe que el terror era mi destino, Hasta