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Mostrando entradas de 2022

Doulos

Inmerso en Ella, encadenado a sus refugios, Así sabe mi vida, sin afanes de escapar, Como si mis razones no fueran de humana lógica, Pero siendo Ella más petrea y sin naufragios. Aferrado a Ella, sin temer al padre de mentiras, Como sin otros horizontes, así de sencillo, Con una sola roca, un surco indeleble, Un sendero cuya luz no enceguece ni da miedo. Encadenado a Ella, sin libertades tenebrosas, Carente de verdades de cartón, a las que no temo, Como errante en un mundo de ilusiones, Pero sin poder librarme de Su potente Luz. Esclavo soy, y ya no puedo escapar, Si en la eternidad sus cuerdas me fueron a buscar, Esclavo por elección de quién me amó, y me cubrió, Para entrar y vivir en su Reino, y ser Libre… 

Calma

Contemplarte a Tí es es abismal belleza, Como un lienzo de bondades pintadas en el cielo, Como si mi iris se hiciera infinito Y se llenara de las auroras de mil amaneceres. Despertar a Tu Gracia es sentir un abrazo, Que de pronto me estremece en mis debilidades, Es como ser frágil y volverse de acero, Cuando el adversario procura avergonzarme. Anochecer y de pronto llorar en mi lecho, No ha de ser desconsuelo si medito en tus cartas, Si te espero en silencio y te veo en batallas, Para convertir en calmo sequedal el turbión. ¿Has de enjugar mis lágrimas si no llorara? ¿Podría ser tu amigo sin compartir mi pan? La mesa está servida en mi humilde tienda, Y te espero con rescoldos y con añejos vinos. Llegas a mi morada y te diviso de lejos, Y te veo en la penumbra de mis muchos temores, Pero te acercas con libros llenos de promesas, Y me dices no temas razonemos y cantemos. Y cuando contemplo tu afecto de Padre bueno, Y veo mi ignorancia de tus tantas bondades, Caigo de rodillas por ser ta

Anhelos y Consuelos

Cuando caminé lento vi Tu mirada, Al respirar hondo y querer emprender vuelo, Cuando mis ojos lloraban de rodillas, Y mi pecho te llamaba a gritos. Cuando sin entender idiomas te llamaba, Vi tu comprensión de Padre en mi cama, Cuando se empobrecía mi fe y mi espíritu, Vi en mi velador tus bienaventuranzas. Cuando en aflicción tuve que dormir sedado, Sintiendo las piedras de los que no son débiles, Fue tu voz que me arrulló en mi cuna, Como canción que dice “no temas”. Cuando anhelé ser gloria para tu nombre, Y me frustré por mi mente de papel frío, Vi despojarte de tan preciada túnica, Para abrigarme y decirme “te amo”. Cuan pobre es mi espíritu y continuo mi llanto, Cuando de ansiedades te llamo y te espero, Pero me sostienes y guías aun en las sombras, Como fuerte roca y bendita lámpara. Si he de conocerte más ese es mi anhelo, Contemplar sin velos tu asombrosa gracia, Embriagarme de gozo en tus viñedos, Al irse la noche y ver brillar tu rostro.

Semejanza

Hoy te vi en visiones y quedé perplejo, Caí como muerto y tembló mi carne, Siendo que te vi sólo en semejanza humana, Cuando tu deidad aún me estaba velada. Fuego, llama eterna de celeste trono, ¿Quién podrá mirarte y no desfallecer? Si consumes el lagar que pisa tu pie, Como carbón que quema mis labios. Resplandor de luz, candela divina, Que perdura por siglos y no se consume, No hay en Tí tinieblas ni iniquidades, Es tu luz eterna de deidad increada. Bronce refulgente, fuerte y brillante, Como carros y escudos que se alistan a la guerra, Así es tu aspecto en visiones humanas, Como victoriosa espada invicta. Son mis visiones sólo semejanzas, No puedo describir a un ser tan temible, Se desploman mis huesos y sufren mis entrañas, Cuando veo Su Trono y Su extendida Diestra. ¿Quién podrá soporta tan terrible gloria? ¿Quién estará de pié en tan santa morada? ¿Podré ser tan justo y aún estar con vida? Si vestido de vileza el fuego me consume. Pero siendo tu gloria tan aterradora, De pronto