En el anochecer de mi vida vi tu luz Cuando los naufragios ahogaban mi pecho, Fue en la niebla oscura de mi vida, Que de safiros y cornalina me vestiste. Me mire a mi mismo y vi hipocresías, Y vislumbré egoísmos y arrogancias, Pero siendo ciego a tu belleza, Tocaste mi iris y me viste tan puro. Si era mi pan de ansiedades y miedos, Fue tu banquete de príncipes y de regalos, Cuando yo era ignorante de tu gracia, Me envolviste en lino y esmeraldas. Pero sin convencerme de tal belleza, Me miré a mi mismo y vi indignidades, Pero buscando papiros encontré tus libros Y pude ver mi nombre en ellos escritos. Volví a las angustias, fui tan arrogante, Pensé en mi justicia tan vil y ficticia, Me olvidé de tu gracia y volví a los temores, Y de insomnios fue mi mesa cada noche. Han pasado centurias de que me elegiste, Y no admiten ellas medidas posibles, Pero sigo temiendo que no sea perfecto, Como si no me bastara tu regalo. Me duermo y medito en tus escritos, Tus lineas de bellos poemas de amor
Tinta de corazón... letras esculpidas en el alma