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Mostrando entradas de septiembre, 2017

La Verdad

La verdad tiene rostro de dolor, y el dolor es aborrecido por los hombres, pero la vida nace en el dolor, Y la llaga que se hunde en tu mano Me muestra que la vida se esconde en tu carne. La verdad tiene piernas cansadas, Y son hermosos los pies de los que la sostienen, Pero es un cansancio de lealtad, es la jornada dura del esclavo, Que mira y espera a su Señor con fidelidad. La verdad tiene solo una mirada, y tiene una sola voz, aborrecida por los hombres, La verdad no cambia, es inmutable, y por si alguien dijo que cambiara, La verdad y solo la verdad puede hablar de si misma. La verdad es dolor, es cansancio, es sudor, es agonía, Pero es la vida que sostiene mi ser, La verdad es bella, es profunda, es sublime, Como flores silvestres que no mueren, Como pájaros que cantan y hacen música. La verdad es triunfante, es eterna, es el camino, Es la sangre que clama desde la tierra, La verdad es como un grito, un grito de amor, que  

Bienaventurado

Dichoso y feliz el que no se sienta a cenar con la mentira, Aquel cuyos labios no saborean la dulzura del engaño, Porque aunque amargo sabe a veces el pan de la verdad, Es un pan que sostiene y alimenta para caminar largos caminos. Feliz el alma íntegra que en las pobrezas, No recibe en sus manos el soborno del soberbio, Pues aunque sea considerado como un tonto, Ante Dios es sabio el que teme al Rey. Bienaventurado es el que aborrece la avaricia,  Y se marcha bien lejos de los escarnecedores, Aun cuando en la incertidumbre de su humanidad, escuche solo una voz suave que le inspire esperanza. Eterna la vida del que sigue al Maestro, Sublimes sus pisadas cuando lo alaba, Porque aunque sea aborrecido por los hombres, Es amado por Dios, es conocido...  y es un hombre parecido a Cristo.

La Roca y el barro

Soy de barro, así me hizo el creador, Pero vino el mal y me sedujo, y me volvió una piedra, Una roca de acero, indestructible. Pero la roca verdadera, la roca golpeada, débil y herida, La que desecharon los hombres, la que desprecié yo,   Venció a al férreo acero, y me hizo de carne. Y la carne se hizo barro, se torno en su semejanza, Y el barro se hizo espíritu y se unió a la roca herida, Y cuando vinieron las tormentas, y cuando llegaron los leones, La debilidad fue fortaleza y la fuerza se hizo un castillo, Y permanecí inmovible, y no se apagó mi lampara, Pero ya no era yo, no era mi carne, era la roca que me sustentaba. Fui barro, fui piedra, volví a ser barro y llegó el quebranto, Pero el quebranto me hizo fuerte, y permanecí constante, Pero no era mi quebranto, eran su manos, sus clavos, su dolor, Era todas mi maldad echada al olvido, en las profundidades del abismo, Era Su amor, era su pecho, era Dios, era Cristo, era Su Espíritu, Era la r