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Mostrando entradas de noviembre, 2020

Remanente

  ¿Te ha desechado Dios oh Jacob? ¡Que perezca este pensamiento! El día viene y serás restaurado, ¡Ni se te ocurra hablar de desamparos! ¿Qué arrogancias son esas o necio? ¡El misterio de Dios es insondable! No se llene de sandeces mi boca Dios no miente, no ignore yo Su voz. Si como injerto silvestre fui salvado, Y en parte como piedra tú endurecido, Oh Israel bendito eres bienaventurado, Dios no miente,   tu restauración viene. Ha de salvarse lo último del mundo, Ha de injertarse en el Olivo Eterno, Y entrarán los hijos de tu Jacob amado, Hijos de una promesa sin quebranto. Desde Sion vendrá el redentor de antaño, El que caminó tus tierras y sufrió tus clavos, Descenderá hacia su remanente santo, Y volverán tus hijos o Jacob valiente. De tierra Caldea te llamé y saliste, Y fue mi bendición promesa permanente, La tierra Palestina te espera sin espinos, Y cual David seré Tu Rey por siempre.

Eternidades

Si con amor eterno me amaste, No he de entender de eternidades, Pues existiendo ausente y sin vida, Soy ignorante de un amor pasado. Si tu amor por mi tuvo un inicio, fue en un instante alfa infinito, Y siendo tus límites tan sublimes, No he de comprender tus cartas de amor. Si escribiste mi nombre en tus libros, No he de descifrar tus letras en lo eterno, Y siendo yo ignorante de tu aliento, Así me diste vida y existo. Tu pluma es tan dispar a la mía, Que escribe en mi eternidad ausente, Y siendo tus versos indelebles, Encuentro la gracia en tus poemas. Que se escriban tus letras mil milenios, Y mis versos vuélvanse necedades, Si ha de brillar tu amor soberano, Que se enciendan las luces de lo eterno. Amor, aun en mi inexistencia, Pero amor presente en tus memorias, Amor en mi ausencia y en mi muerte, Se enloquece mi mi alma, no lo entiendo.