¿Te ha desechado Dios oh Jacob? ¡Que perezca este pensamiento! El día viene y serás restaurado, ¡Ni se te ocurra hablar de desamparos! ¿Qué arrogancias son esas o necio? ¡El misterio de Dios es insondable! No se llene de sandeces mi boca Dios no miente, no ignore yo Su voz. Si como injerto silvestre fui salvado, Y en parte como piedra tú endurecido, Oh Israel bendito eres bienaventurado, Dios no miente, tu restauración viene. Ha de salvarse lo último del mundo, Ha de injertarse en el Olivo Eterno, Y entrarán los hijos de tu Jacob amado, Hijos de una promesa sin quebranto. Desde Sion vendrá el redentor de antaño, El que caminó tus tierras y sufrió tus clavos, Descenderá hacia su remanente santo, Y volverán tus hijos o Jacob valiente. De tierra Caldea te llamé y saliste, Y fue mi bendición promesa permanente, La tierra Palestina te espera sin espinos, Y cual David seré Tu Rey por siempre.
Tinta de corazón... letras esculpidas en el alma