El hombre rie, vive, se emborracha de amores, Como sin conocer, sin entender las ausencias, Como si las soledades fueran utopias lejanas, En atardeceres galacticos encadenados en mares. Y cuando el bullicio se vuelve eco, ansiedades, Cuando me ensordecen las risas indiferentes, Mi ser se vuelve alas en clamores y ruegos, Esperando el ángel que agite mis mares. Pero de pronto pienso en Ti, y recuerdo tus libros, Y repito tus letras, tus verdades, tus cartas, Y me vuelvo suspiro , me vuelvo lagrimas, Y te siento presente en mis ausencias.
Tinta de corazón... letras esculpidas en el alma